domingo, 9 de febrero de 2014

El nacimiento de la batalla: Capitulo 4

Durante las siguientes semanas, fueron encontrándose algunos cachorros, uno o dos aprendices, algún veterano e incluso un guerrero muerto, casi siempre en el mismo lugar. Podía ser algún gato del Clan Oculto, pero no se encontró en el campamento ni en el territorio ningún olor fuera de lo común. Los aprendices dormían con un guerrero u las reinas ponían a los cachorros en la parte más alejada a la entrada de la maternidad. Y al que más le preocupaba era a Pelaje Sangriento, la mayor parte del tiempo lo pasaba pensativo, mirando a ninguna parte, dando vueltas de un lado a otro o golpeando con la cola la tierra y sus propias patas.
Una noche, todos se sorprendieron al ser despertados por un gran maullido, pero se sorprendieron mas al ver que quienes estaban en el centro del campamento eran Pelaje Sangriento y Estrella de Cactus, con un veterano gravemente herido al lado. El lugarteniente mordía el cuello del líder y le presionaba con la pata su panza. Cuando todos salieron, veteranos, reinas y cachorros incluidos, el lugarteniente se aparto despacio de su líder, que dio una vuelta pataleando fuertemente el aire, y se quedo quieto, con la cabeza apoyada al suelo, mirando a los gatos.
-¡Traidor!-Grito el rojo- ¡Tu mataste a los cachorros y aprendices,… y estuviste a punto de matar a otro veterano!- El viejo se levanto temblorosamente y fue rápidamente atendido por Cola de Agua. -Además…-Continuo, aun dudando si decirlo o no- ¡Además tu mataste a Estrella de Lapislázuli!- Todo el clan se sorprendió, incluido el líder que levanto la cabeza y le miro con recebo.
-¿Acaso me espías?- Eso hizo que el clan entero murmurara con los ojos tan abiertos que superaban la expresión “como platos”.
-¡Tú la mataste! ¡La mordiste y luego la lanzaste hacia el rio!- Ese comentario hizo que los murmullos aumentasen y algún que otro gato gritaba “¡Traidor!” “¡Mátalo!” “¡Destiérralo!”. -Estrella de Cactus, por el Clan Estelar y por romper el código guerrero, quedas oficialmente desterrado. Ahora, cualquier gato del clan que te encuentre en nuestro territorio tendrá derecho a matarte. Dijo al fin con firmeza, mirando el manto plateado.
-Me iré, pero no sin antes invitar a mis compañeros de viaje.- No le hizo falta nombrar ningún nombre, tres gatos, uno gris con rayas negras, otro marrón grisáceo con pequeñas manchas y rayas oscuras y otro marrón rojizo con finas rayas oscuras de un lado a otro, se acercaron a él dispuestos a ser desterrados también, por seguir a su líder. Los cuatro desterrados se fueron. Un rato después, los gatos se iban a sus guaridas a descansar.

-Mañana iré a la cueva rocosa, Zarpa Lunar y Laurel, quisiera que me acompañarais a mi viaje.- Anunció el nuevo líder antes de irse a su cama a dormir.

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