Por la noche, Ericillo se despertó de una pesadilla.
Cuando se recostó para dormir de nuevo,
escucho unos susurros. Se asomo sigilosamente por la entrada de su habitación y
vio en la maternidad de al lado la sombra de dos gatos: uno de ellos era alto y
esbelto, y el otro, con un denso y largo pelo, que tenía la cabeza en donde
dormían los gatitos. Sin previo aviso, la saco con algo en la boca. Caminaron frente
a Ericillo, que se escondió tras unas hierbas. Cuando pasaron por delante de
él, el gato alto le miro y rápida y discretamente, le pego una patadita hacia
su camita de musgo. Asustado, decidió acostarse a dormir donde la patada le
dejo.
A la mañana, se despertó confuso si lo que había vivido era
solo un sueño o no. Su madre se levanto y se dirigió a la guarida del líder, y
Ericillo la siguió. Al llegar, Pelaje Sangriento estaba bajo el saliente de la
montaña, donde el líder daba órdenes o cualquier otra cosa, dando vueltas de un
lado a otro, mirando al suelo, pensativo. Freno en seco y levanto la cabeza
cuando vio a Ericillo y su madre. Se le veía asustado, como si esperara que
ella le dijese algo malo.
-Pelaje Sangriento, mi hijo ya tiene 4 lunas y… bueno… estaba
pensando en que día se convertiría en aprendiz.- El se calmo. Luego miro
alrededor y sus ojos tenían un aire de humor tratando de disimular su tensión.
-Eh… bueno, ya avisaré a Estrella de Cactus, ¿y hay alguien
en especial que quieras que sea su
mentor?, Garra de León, Nieve Ensangrentada,…
-Me da e igual, solo quería que pensaseis sobre ello.-Y ella
y Ericillo volvieron a la maternidad, haciendo un gesto educado con la cabeza a
modo de despedida. Al volver, vieron por la entrada a muchos gatos, casi todo
el clan, buscando y olisqueando el campamento. Ya estaban algunos gatos
buscando desde por la mañana, pero, a medida que avanzaba la tarde, mas gatos salían
a buscar. Bayas se acerco corriendo.
-Uno de los hijos de Hoja Caída, el de las patas torcidas,
ha desaparecido.
Entonces, Ericillo recordó que por la noche, unos gatos estuvieron
en esa misma maternidad, y dijo:
-¿Habéis buscado hacia el túnel que hay un poco antes de
llegar a la guarida de Cola de Agua?- Dijo, recordando hacia donde fueron los
gatos que él había visto. Nieve Ensangrentada estaba buscando por al lado de
ellos y lo escucho. Luego, salió corriendo a donde Ericillo indico. Con una
pata, movió las hojas y la tierra. Luego pego un largo maullido de espanto.
Todos se acercaron. El cachorro estaba ahí, bajo las hojas, muerto.
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